Un operativo conjunto entre la Secretaría del Interior de Bucaramanga y la Policía Nacional dejó al descubierto una escena preocupante en el barrio Girardot: un matadero ilegal donde sacrificaban caballos y burros para luego vender su carne haciéndola pasar por carne de res. Según los informes, esta operación llevaba tiempo en funcionamiento y ponía en riesgo la salud de cientos de consumidores en la ciudad.
El sitio, que operaba lejos de cualquier norma sanitaria, fue intervenido tras varias denuncias ciudadanas. Cuando las autoridades llegaron, se encontraron con un panorama difícil de ignorar: restos de animales, vísceras, huesos, y carne regada directamente sobre el piso. Nada de refrigeración, baldes llenos de líquidos biológicos, paredes manchadas y un olor que confirmaba la falta total de higiene.
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Durante la inspección, se logró rescatar a nueve equinos que estaban vivos pero en un estado de abandono evidente. Los animales, entre burros y caballos, presentaban signos de desnutrición, enfermedades visibles y estaban hacinados en un espacio reducido sin acceso a alimento ni agua suficiente. Todos fueron trasladados a la Unidad de Bienestar Animal para recibir atención médica especializada.
Esteban Nicolás Álvarez, inspector de Protección a la Vida, fue enfático en señalar la gravedad del hallazgo. Según sus declaraciones, este sitio no solo incumplía todas las normas sanitarias, sino que también representaba un riesgo altísimo para quienes consumían esa carne sin saber su origen.
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“Encontramos un escenario alarmante: animales muertos, otros vivos en condiciones lamentables y un riesgo latente para la salud de quienes pudieran consumir esa carne”, afirmó.
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La carne que salía de este sitio clandestino era distribuida en varios sectores de Bucaramanga como si fuera carne de res, sin ningún tipo de control ni trazabilidad. Esto generó preocupación entre las autoridades sanitarias, quienes ahora investigan los puntos donde pudo haber sido vendida esa carne y evalúan si hay personas afectadas por su consumo.
Las autoridades ya iniciaron el proceso legal correspondiente contra los responsables del matadero clandestino, quienes podrían enfrentarse a multas por maltrato animal y violación de normas sanitarias. Además, esta sería la primera vez en la historia reciente de Bucaramanga que se desmantela un sitio ilegal de este tipo dedicado específicamente al sacrificio de caballos y burros.
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